El océano al final del camino

Tenía muchas ganas de leer algo más de Neil Gaiman, leí Stardust hace mucho tiempo y me gustó, así que llevaba bastante queriendo darle una nueva oportunidad. Creo que fue Magrat Ajostiernos quien me recomendó que lo retomase con este libro, y ahora solo quiero continuar con sus historias.

Es una historia en la que no se sabe muy bien lo que es real y lo que es imaginario, o donde todo lo que parece imaginario tiene gran potencial para ser real. Me dejó con la misma sensación que me dejó Stardust en su momento, que no sabía si lo que había pasado había pasado realmente en el mundo de la historia, o si los protagonistas tenían una imaginación desbordante. Porque son libros que empiezan en el mundo real, pero que de repente se convierten en algo mágico y te encuentras leyendo un libro de fantasía.

Y a mí los libros de fantasía no me gustan en general, los de fantasía estilo El señor de los anillos que ocurren en mundos imaginarios y están llenos de guerreros y de elfos, me aburren hasta el infito y soy incapaz de terminarlos. En cambio los que mezclan lo real y lo imaginario son otra cosa, con la mayoría de ellos he conseguido llegar hasta el final y además los he disfrutado.

Como ayer ya puse el vídeo en el que hablé sobre este libro os invito a que abráis esa entrada, porque si no la portada del blog se va a llenar de ese vídeo hasta que me ponga al día.

Coleccionista de muñecas, fotógrafa, adicta a los musicales, a Londres, a crear blogs, a twitter y últimamente también adicta a youtube.

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