Damisela en apuros
A veces llegan unos comentarios que no dejan de sorprendente. En realidad el «insulto» no me molestó, porque no era un insulto, era una obviedad aunque ese ser de las cavernas lo intentase utilizar para insultar. Lo que me molestó fue que el muy gilipollas me mandase a la cocina… y a quien no ha entendido que este vídeo no va de mí, sino del trato que recibimos las mujeres en la sociedad por hacer cosas como abrir un canal en youtube, es que no ha entendido nada. Porque muchos comentarios eran en plan «ánimo, tu puedes» pero ¿ánimo de qué? Me va a mí a afectar lo que diga un cavernícola sin cerebro… me afecta en medida que esto no me lo dice solo a mí y que nos deja claro el lugar que para muchos «onvres» debemos ocupar las mujeres en el mundo.

