Mi nueva tienda de papelería
Hace unos años leí un libro y apunté una cita, lo que no apunté fue el título del libro porque suelo hacer esas cosas, así que no sé de donde lo saqué, a veces pienso si sería de una película. Y era algo así:
«Si tuviera todo el dinero del mundo ¿a qué me dedicaría?» Y desde hace muchos años la respuesta a esa pregunta es que tendría mi propia tienda de papelería (también un refugio para gatos, pero para eso si tendría que tener todo el dinero del mundo…). Pero para la tienda de papelería no, aunque me hubiera venido muy bien tener los ahorros que tenía en septiembre de 2020, cuando me dio miedo dejar el infierno, me creí que no iba a dejar de pagarnos en el curso 20-21 y que además yo era responsable de los alumnos que iban a hacer segundo. ¿Cómo no te vas a sentir responsable de unos alumnos cuando la única formación decente que reciben es la tuya y la del resto de profesores porque el director es un inepto? (entonces no sabíamos que, además, es un sinvergüenza que se gasta el dinero de los trabajadores). Y es cuando lo tendría que haber dejado y haber empezado con mi tienda pero ¿qué le vamos a hacer?
En estos cuatro años me he dejado parte de las ganas por el camino pero no todas, y no sé si he elegido el peor momento posible para abrirla después de lo que nos ha pasado en Valencia y que la mitad de mis muebles están para tirar. Pero que casi todo lo que había ido preparando para la tienda haya sobrevivido ha sido buena señal. Solo he perdido algunas cosas y las que no llegaron al correo porque ya había llegado la riada, algunas siguen perdidas por el universo, en teoría de vuelta a origen, otras me las están repitiendo porque ya se han dado por perdidas oficialmente. Pero poco a poco iré poniendo cosas nuevas.
La tienda la abrí el día 5 y podéis acceder a ella desde aquí, y ha sido un mes bastante movido en cuanto a pedidos, viajes a correos, recibir nuevos artículos, montar las publicaciones, hacer pruebas de cosas que llegarán en 2025…
Porque todo eso lo he estado haciendo los últimos meses, pero como no le veía salida parecía que estaba haciendo trabajo para nada. De hecho la primera colección de pegatinas que diseñé fue el año pasado por estas fechas, con tonos primaverales porque estaba convencida de que en febrero ganaría el juicio y en marzo estaría ya todo solucionado y podría abrir la tienda. Pero no ha sido así, así que dejé de hacer colecciones de pegatinas estacionales cuando vi que tampoco podía pedir las de otoño.
Actualmente hay dos marcas en la tienda además de mis propios diseños: Ferris Wheel Press y Mind Wave. La primera se agotó nada más entrar el primer pedido (dos días duró) y estoy esperando que llegue el primer pedido de 2025, que no puede tardar, espero tenerlo la semana que viene. De la segunda también está casi todo agotado y estoy preparando pedido nuevo a la marca que tendré por aquí calculo que a finales de mes. Además hay otras marcas a punto de llegar que ya desvelaré en cuanto las tenga por aquí. Y otras con las que ya he establecido contacto pero me han dicho que hasta que la tienda no esté más asentada y lleve unos meses de funcionamiento no hay nada que hacer, así que tendré paciencia.
Me está costando mucho luchar contra el síndrome del impostor, eso también os lo tengo que decir. Pero llevé yo sola una empresa durante seis años porque allí no había nadie al volante. Los dos últimos, además, sin cobrar, porque para responsabilizarse no, pero para gastarse todo lo que entraba, para eso si era su empresa. Así que ¿no voy a ser capaz de sacar yo sola esto adelante? Objetivamente sé que si, pero a la vocecita de mi cabeza que salió muy perjudicada del infierno hay que convencerla.
Ya veremos lo que me depara este 2025 ¡os espero por la tienda!