Cambios en el estudio
Hace ya casi dos meses que se me inundó el estudio. No fue por las lluvias incesantes que hemos tenido en Valencia desde marzo hasta la semana pasada, fue algún problema en el piso de arriba que terminó afectando a mi piso y al bajo. Tuve que cambiar todo de sitio porque no me fío de poner nada en la pared por la que cayó toda el agua. Y en esa pared era donde tenía planeado poner mi estación de papel y donde ya había empezado a montarla. Por suerte no he podido comprar aún las tres cajoneras que iban a ir ahí y solo tenía una de ellas en el rincón más alejado de donde cayó el agua. Pero si tenía ahí la cizalla sobre una mesa provisional, todos los sobres y materiales de embalaje y un montón de papel ya impreso que tuve que tirar.
Han tardado dos meses en solucionarme el problema pero la cizalla ya está de vuelta y estoy también reponiendo el papel que se estropeó, los tapetes me los compré antes de recibir la indemnización porque la cricut no funcionaba con esos tapetes sin pegamento. Ha sido todo bastante desmoralizador y espero poder olvidarme del tema ahora que se ha solucionado. Desde que pasó no me siento cómoda en el estudio y estoy empezando a tener esa sensación de que todo es provisional, que no había tenido hasta ahora, pero que suelo tener cuando estoy de alquiler en alguna parte. No quiero pensar que habría pasado si se me llegan a estropear las cámaras o los focos por el agua, porque si para unos daños de unos 400 euros han tardado dos meses… con las cámaras y todo lo demás le hubieran añadido un cero a la factura fácilmente. Espero que ahora que se ha solucionado se me pase, pero en realidad no ha sido más que una gota más para desbordar el vaso de este 2022 que está siendo una mierda de año.

